Alguien dijo en una ocasión: «Soñar es muy bonito, y se puede hacer sentado».
No sé si alguna vez has soñado que alguna persona viniera a ti, te diera un cheque en blanco y te dijera: «Pon la cantidad que quieras y te será dado». Soñar es gratis y se puede hacer sentado. Incluso, cuando estás leyendo estas palabras, puedes tomar un tiempo y soñar, soñar, soñar. Pero seguro que después de tanto soñar, te tendrás que despertar del sueño y volver a la cruda realidad del día a día. ¡Lo siento, pero tenemos que despertarnos! Fue bonito mientras duró.
Ahora bien, leyendo la Biblia, encuentro una historia fascinante donde Jesús le da un cheque en blanco a una mujer para que ella pueda poner la cantidad que quiera en ese cheque. Te pongo en antecedentes de la historia que se encuentra en Mateo 15:21-28.
Jesús ahora sale de Galilea y se va a las ciudades de Tiro y de Sidón para predicarles a los judíos que viven allí. Estas dos ciudades estaban llenas de gentiles, pero la intención de Jesús era predicarles a los judíos. Y en ese momento viene a Jesús una mujer gentil con una petición, y esta es: «Ten misericordia de mí, mi hija está gravemente atormentada por un demonio». Es sorprendente como el Señor le contesta a esta mujer, diciéndole que él fue enviado «a las ovejas perdidas de Israel». Pero esta mujer sigue insistiendo y ahora se postra ante el Señor y le dice: «Señor, socórreme». Y ahora el Señor, al ver la fe de esta mujer, hace algo maravilloso, y es que le da un cheque en blanco para que esta mujer ponga lo que quiere. Este fue el cheque: «Grande es tu fe; Hágase contigo como quieres». Y nos dice su Palabra que, al momento, su hija fue sanada en aquella hora. Para Dios no hay nada imposible. Así que sueña noblemente para el Señor.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.