Con la Palabra de Dios no se juega

De manera que cualquiera que quebrantare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los Cielos; más cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los Cielos

Mateo 5:19

Alguien dijo en una ocasión: «El verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga y dolor, y se mece en una cruz».

«Entre más gente hay más bendición… Una iglesia que no tiene mucha gente es una iglesia muerta… Siempre están estudiando la Biblia, esos son unos aburridos»… No sé si quizás habrás escuchado frases como estas, seguramente sí. Y parece que hoy más que nunca tenemos que hacer un show de nuestros servicios en la iglesia. Y a veces, para mantener a la gente en la iglesia tenemos que ofrecerles puestos, responsabilidades y llenarlos de elogios y aplausos.

Y una de las mayores y más grandes consecuencias nefastas de todo esto, es que se sacrifica el contenido de la Palabra de Dios por endulzar los oídos de los asistentes. ¿Te suena esto…?

Por favor, tomate un momento y vuelve a leer el versículo del encabezamiento… 

Querido amigo/a lector, la consecuencia de practicar o enseñar desobediencia de cualquier parte de la Palabra de Dios es ser llamado muy pequeño en el reino de los Cielos. Jesús declara que tendrá en el menor grado de estima a aquellos que tienen su Palabra en el menor grado de estima. El resultado positivo es que toda persona que guarda y enseña la Palabra de Dios, será llamado grande en el reino de los Cielos. Una vez más, Jesús menciona los dos aspectos de hacer y enseñar. El hijo de Dios debe respetar la Palabra de Dios tanto en su vida como en su enseñanza. Es teoría y práctica, ambas cosas van de la mano.


Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.