Hay un dicho popular que dice lo siguiente: «No hay peor ciego que aquel que no quiere ver».
En nuestro «maravilloso siglo XXI» le gente va presumiendo de todos los adelantos, tecnología, inteligencia y otras cosas de las que se presume en este tiempo. Pero si le damos un vistazo a nuestro mundo en general, y lo vemos desde la perspectiva de Dios y de su Palabra, podemos decir a ciencia cierta que nunca la ignorancia del ser humano había llegado a extremos tales como los que estamos viviendo ahora mismo. Solo tienes que ver la cantidad de «tonterías» que se escriben y se ven desde los medios de comunicación, desde Facebook, desde las plataformas de los políticos, e incluso voy más lejos, desde algunos púlpitos cristianos…
La gente solo está interesada en escuchar aquello que le gusta, ya sea verdad o mentira, ya sea real o imaginario, ya sea… y puedes tú terminar la frase. Hoy más que nunca la gente, aun teniendo sus dos ojos y viendo lo que está delante de ellos, viven más ciegos que el ciego Bartimeo de nuestra historia. Este ciego, por lo menos le gritó al Señor, reconoció su situación y le pidió ayuda. Aunque mucha gente le mandaba a callar, él continuaba gritándole al Señor y diciéndole: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Quiero terminar hoy con otro dicho que dice: «Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego».Por favor y por tu bien, abre tus ojos y cerebro a Cristo, él es el único que puedo hacerte recuperar la verdadera vista.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.