Fíate del Señor

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas

Proverbios 3:5-6

Alguien dijo en una ocasión: «Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza».

¿En quién podemos confiar? ¿Quién nos ayudará en tiempos de crisis? ¿A quién acudir cuando la vida nos da un vuelco?… Estas y otras muchas preguntas son las que nos hacemos en medio de los problemas y dificultades de la vida. Nunca antes habíamos tenido tanta información como ahora. Nunca antes habíamos tenido «tantos amigos en Facebook como ahora” (quien les escribe esto, no usa el Facebook). Nunca antes… Sin embargo, no me negarán que nunca antes, incluso con todos los adelantos que tenemos hoy día, la humanidad se había sentido tan sola como ahora.

Nos hemos dedicado a crear un mundo tremendamente superficial. No profundizamos prácticamente en nada de lo importante. No profundizamos en las verdaderas amistades, no profundizamos en las relaciones familiares, no profundizamos en nuestra relación con Dios, etcétera. Y permítanme decirlo: «Así nos va como nos va».

En los versículos del encabezamiento, el sabio Salomón nos está hablando de cuál debe ser la dirección correcta a la hora de tomar la decisión correcta. Y en este caso, cuando sentimos que no podemos confiar en nadie, la Palabra de Dios nos anima a «fiarnos del Señor».Ya que Él es el único que no nos va a fallar. Cuando reconocemos al Señor como la única persona que no nos fallará jamás, empezaremos a disfrutar y ver la vida con otra perspectiva, y no sufriremos de una neurótica torpeza al dejarlo fuera de nuestra historia.


Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.