No dejes de reír

Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac, su hijo. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo

Génesis 21:5-6

Me gustan mucho las viñetas de Mafalda. Muchas de sus frases esconden un humor muy peculiar. Una de sus frases dice lo siguiente: «Comienza tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo».

Vivimos en una sociedad donde cuesta ya hasta reírse. Es por ello que algunos, «más listos que otros» han inventado alguna terapia, como «la risoterapia» y otras tantas tonterías. Y digo tonterías porque tener que pagarle a alguien para hacer el ridículo y reírse de una manera forzada, me parece simplemente eso, ridículo. Con lo fácil que es disfrutar de la vida sonriendo aun en medio de las circunstancias que no podemos controlar.

La historia de Abraham y Sara es una historia que realmente hace reír. Y me hace pensar en el sentido del humor tan maravilloso que tiene nuestro Dios, que fue capaz de que unos «viejos» de unos 100 años pudieran tener un hijo. No me negarás que el sentido del humor del Señor es sencillamente magistral. El nombre de Isaac significa «risa». Y no es para menos, ya que Dios volvió a cumplir su Palabra y promesa hecha a Abraham, aun cuando él y su esposa no creían que Dios pudiera darles un hijo siendo ellos tan mayores como eran.

Querido amigo/a lector. Solo Dios tiene la capacidad de hacernos reír, incluso de las imposibilidades aparentes de la vida. Quizás tú creas que Dios pudo hacerlo con Abraham y Sara porque ellos eran diferentes y vivían en otra época. Pues no. Dios sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos. Deja una vez más que Dios te sorprenda, y verás que Él, como lo hizo con Abraham y Sara, cambiará tu lamento en gozo.

Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.