Martin Luther King dijo en una ocasión: «Da tu primer paso ahora, no es necesario que veas el camino completo. Solo da tu primer paso, el resto irá apareciendo a medida que camines».
Cuando estudias la vida de los apóstoles, puedes darte cuenta de que todos y cada uno de ellos caminaron con el maestro más o menos por tres años. ¡Qué privilegiados que fueron! Pero si estudias un poco más en profundidad sus vidas, notarás que, durante todo ese tiempo, ellos se preocupaban más en ellos mismos que en servir y ser útiles al Señor.
Su máxima preocupación durante todo ese tiempo era saber cuál de ellos sería el mayor en el reino de los cielos.
No fue sino hasta después de la muerte y resurrección del Señor que ellos entendieron quién era Jesús. Y cuando lo entendieron, ¡guau!… Sus vidas dieron un vuelco completo. Fue entonces cuando ellos comenzaron a dar pasos de fe, poco a poco, hasta convertirse en las columnas de la Iglesia.
En el capítulo en el que se encuentra este versículo, encontramos a Pedro y a Juan que, después de ponerlos en la cárcel, son juzgados por ser seguidores de Cristo. ¿Saben cuál fue su delito? Haber estado con Jesús.
Ellos eran hombres que no se habían formado en las escuelas oficiales rabínicas. No eran eruditos profesionales ni maestros ordenados.
Pero ¿saben qué?: Estuvieron con Jesús. Hoy quiero animarte a que tú también puedas estar con Jesús. Marcarás la diferencia.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.