Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús
1ª Tesalonicenses 5:16-18
Alguien dijo en una ocasión: «He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz».
Esta es la época de la vida donde más adelantos tenemos, donde más fácil nos ponen las cosas, donde más rápido podemos llegar a cualquier lugar, donde… Sin embargo, la gente cada vez es más infeliz y sabe disfrutar menos de la vida. Quiero preguntarte directamente a tú corazón: ¿Eres feliz? ¿Estás contento/a con tu vida? ¿Sientes que mereces más? Por favor, vuelve a tomarte unos minutos y medita sobre estas preguntas antes de seguir leyendo.
Las circunstancias son algo que realmente nosotros no podemos cambiar, pero la felicidad no nos la puede robar ninguna circunstancia adversa. Sea cual sea. La felicidad es simplemente una decisión que nosotros tomamos. He tenido el placer de conocer algunas personas que están en una cárcel y son muy felices. Y también he conocido personas con mucho dinero que viven una vida infeliz y amargada.
Dios es el dador de la verdadera felicidad. Y su Palabra misma nos anima, nos reta a que estemos siempre gozosos, aun cuando nuestros ojos puedan estar llenos de lágrimas por las diferentes circunstancias de la vida. Vivir es una grandísima bendición ya que Dios ha sido el dador de la vida, y todo lo que Él hace siempre lo hace bien. No permitas que nada ni nadie robe tu felicidad. Ya que el mundo podrá fallarte, pero Dios nunca te fallará.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.