Os lo confieso: ¡Me gusta el fútbol! Te podrá gustar el fútbol o no, pero lo que no cabe duda es que es uno de esos deportes que mueve masas y levanta pasiones.
Desde hace años mi equipo favorito en Inglaterra es el Liverpool. Me encanta su himno que cantan siempre antes de comenzar cada partido, durante el mismo y al finalizar el partido. Ganen o pierdan, sus aficionados siempre están cantando este himno que lleva por título: You’ll never walk alone. Su traducción al español dice: «Cuando camines atravesando una tormenta, mantén bien alta la cabeza y no te preocupes por la oscuridad. Al final de la tormenta hay un cielo dorado y el dulce y argentino canto de una alondra. Camina a través del viento, camina a través de la lluvia. Aunque tus sueños se vean sacudidos y golpeados. Sigue caminando, sigue caminado, con esperanza en el corazón. Y jamás caminarás solo… Nunca caminarás solo. Sigue caminando, con esperanza en el corazón. Y jamás caminarás solo… Nunca caminarás solo».
Quizás en estos momentos, cuando estás leyendo este pequeño pensamiento, pueda ser que estés atravesando una tormenta en tu vida, como la que pasaban los discípulos. Pero el Señor llegó en su momento para poner paz en la tormenta y en sus vidas. Quizás tú sientas que las olas de tu tormenta son demasiado grandes como para que el Señor pueda venir a tu encuentro. Piensa que para el Señor no hay nada imposible. Él te dice: ¡Ten ánimo, Yo soy, no temas!
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.