Quizás habrás oído como yo muchas veces esa expresión que dice:
Es una cuestión de vida o muerte
Hoy más que nunca, vivimos en una generación donde los valores éticos y morales de nuestra sociedad están completamente deteriorados, ensuciados, devaluados, etcétera.
Y si crees que estoy exagerando, piensa un poco en quién marca las modas y tendencias a los jóvenes. La mayoría de ellos son personas que no tienen ninguna moralidad cristiana, muchos son homosexuales, lesbianas, etc. Ahora piensa en los «ídolos» de nuestro mundo y de muchos jóvenes. Son actores, actrices, cantantes, deportistas de élite… ¿Qué enseñan la mayoría de ellos a nuestra sociedad? Enseñan acerca del amor libre, muchos de ellos creen que el matrimonio está anticuado, puedes estar casado y mantener relaciones sexuales con quien tú quieras, no importa si tus hijos son criados por dos papás o dos mamás… Desde muchos gobiernos se nos enseña que nuestros jóvenes pueden mantener relaciones sexuales incluso siendo niños y adolescentes, y luego les pueden dar una píldora del día después para que aborten si quieren, y sus padres no tendrían ni que enterarse de nada de ello. ¡Uf! Mejor no seguir.
Es una cuestión de enseñarles a nuestros hijos y futuras generaciones valores auténticamente cristianos. Enseñarles la Palabra de Dios, enseñarles a vivir una vida de santidad, donde puedan mantenerse puros y vírgenes hasta el matrimonio. Enseñarles los mandamientos y las ordenanzas dadas por Dios. Es una cuestión de vida o muerte.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.