Alguien dijo en una ocasión: «La vida es como una moneda, puedes gastarla, como tú quieras, pero solo podrás gastarla una vez».
Querido amigo lector, Dios nos ha dado a cada uno de nosotros la libertad de poder decidir cómo vamos a gastar nuestra vida. En este texto de despedida de Josué al pueblo, él los amonesta, a que no sigan a los dioses falsos a los cuales adoraron sus padres en el pasado. Y los exhorta a que sirvan al Señor con integridad y verdad. Lo cierto es que Josué no podía decidir por el pueblo, como ninguno de nosotros podemos decidir por otra persona. Pero Josué les deja muy claro cuál iba a ser su decisión. Él les dice: «Yo y mi casa serviremos al Señor».
En un mundo donde los valores, la honestidad, la integridad, la fidelidad a Dios, etc., se ha dejado a un lado, y hoy «vale todo» según el criterio de cada cual, desde estas líneas quiero animarte a que recapacites y pienses cuán importante es vivir la vida de acuerdo a los criterios de Dios.
Tú decides cómo quieres gastar «la moneda de tu vida». Yo, como Josué, junto con mi familia hemos decidido SERVIR AL SEÑOR.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.